miércoles, 14 de julio de 2010

Onceavo mandamiento: no te tatuarás

No cabe duda que Guanajuato tiene un imán muy especial para atraer personas dotadas con gran intelecto. Primero fue el intento de multar por besarse en la vía pública, y ahora resulta que llevar puesto algún tatuaje o piercing es sinónimo de pérdida de valores, según dijo la titular del Instituto de la Mujer de ese estado. Así pues, una vez más queda al descubierto el criterio y sabiduría de algunos servidores públicos.

Me pregunto qué pasaba por la mente de esta persona al declarar tales barrabasadas, y más aún, mencionarlas en una plática sobre valores de la familia. Lo grave del asunto, desde mi punto de vista, es que sea justamente una mujer la que utilice como ejemplo la fotografía de otra fémina para confirmar su brillante hipótesis. Mencionó también que en Guanajuato más del 85% de las familias registran violencia intrafamiliar gracias a la pérdida de valores como el citado ejemplo. Aceptemos entonces que la señora ha descubierto el hilo negro: los dibujos corporales y aretes colocados donde sea son culpables de los golpes e insultos al interior de un hogar. Sólo falta que lance su campaña: ¡Des-tatuajicemos Guanajuato!

Tal vez la titular de IMUG vio muchos noticieros y se enteró que actualmente en Arizona existe una ley discriminatoria, ante lo cual no quiso quedarse atrás e inventó algo similar para darse a conocer. ¿Sabrá que existe un sitio en el DF que se llama El Chopo o lo habrá visitado alguna vez? Si no lo ha hecho, mejor que se quede guardada en su casa, porque cuando plante sus pies en dicho territorio, un infarto a su persona será inminente. Además, ¿cuál famoso científico ha demostrado que existe una relación directamente proporcional entre el número de tatuajes de una persona y su comportamiento social? Otros, por su parte, se disfrazan de traje y su actitud deja mucho que desear.

Y ya que estamos emocionados con la moralitis hasta el tope, al respecto tengo una sarta de propuestas para “normar la conducta y promover el bienestar de nuestra sociedad” (hasta me escuché como político): vestir a las momias de Guanajuato, puesto que anualmente miles de visitantes acuden a verlas y vaya chasco que deben llevarse al observarlas exhibidas sin tapujos; censurar en todos los bares y antros la canción “Tatuajes” de Joan Sebastian, porque las mujeres que la cantan seguramente no tienen valores y su moral espantaría a cualquiera; finalmente, prohibir los aretes y todo tipo de maquillaje por ser objetos del deseo que provoca los más bajos instintos de los hombres… ah, perdón, eso sucede con las minifaldas y ya se discutió en su momento.

Tan bello que es el territorio guanajuatense; lástima de algunos individuos que lo habitan. Y como eso del bicentenario está de moda, ¿será posible clonar a Miguel Hidalgo y sus secuaces en la mismísima tierra independentista para que vuelvan a librarnos de personas non gratas? Eso sí sería motivo para festejar.

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