martes, 23 de diciembre de 2014

Herencia 2014



Desconozco si los ataques de nostalgia sean universales en estas fechas o sólo se trate de una condición personal que asumo sin resistencia alguna; como sea, el calendario tiene la culpa de verme aquí nuevamente tratando de resumir en breve espacio lo que ocupó una docena de meses, lo cual resulta un ejercicio complejo aunque no por ello se le reste honestidad al asunto.

En el recuento que a estas alturas se hace inevitable, como alguna vez lo dije, existen detalles que escapan a la memoria si de hablar de 365 días se trata, sin embargo, me parece pertinente decir que sigo aquí, con la esperanzan de muchas cosas y las consecuencias de otras tantas. Tengo, pues, un saldo positivo a pesar de todo, lo necesario para subsistir y lo fundamental para mantener algunos sueños vigentes.

Viajé con una maleta y aprendí a aligerar las cargas personales; vacié cajones y llené un poco más el alma; confirmé que los kilómetros ya son parte inherente a mi persona y llegué a ese punto donde me di cuenta de que corro menos pero disfruto más; supe que los paisajes también son desahogo y promesas; tuve para bien sumar personas y restar historias; analicé menos y sentí más; desempolvé la fe que el olvido tenía secuestrada; escribí de madrugada y dormí de día. Viví.

Hoy más que nunca tengo ganas de no voltear hacia atrás y convencerme de que al frente el asunto se torna más interesante. Falta mucho por aprender y compartir, no cabe duda, pero en ese mantenerme aparecerá el momento justo para saber que todo habrá valido la pena. Lecciones quedan varias; deseos, aún más.   

Ya lo decía aquel autor francés en sus letras: “Hay que rechazar lo tópico, lo cual no significa inventarse sobresaltos artificiales y estúpidos, sino saber sorprenderse ante el milagro de cada día”. Ojalá que el siguiente año transite por ese rumbo y resulte mejor que el hoy agonizante. Gracias a quienes son parte de mi vida.

Siempre

Solía amortiguar la rutina en mi trinchera de letras que almacenaba en este rincón electrónico desde donde malabareaba con frases, párrafo...