jueves, 17 de abril de 2008

El día que me aventaré al periférico

El martes 15 de abril tomé la decisión. No fue fácil, desde luego, porque un asunto así no se toma a la ligera y se requiere valor para afrontarlo. Desde hace tiempo lo tenía planeado y ahora sí estoy decidido a hacerlo. Ya no hay vuelta atrás.

Sí, el domingo 15 de junio me aventaré al periférico. Sé que se necesitan agallas porque no es cosa sencilla, pero estoy totalmente seguro de quererlo. A estas alturas de la vida siento esa necesidad y múltiples circunstancias me han orillado a ese límite.

Debo admitir también que he realizado varios intentos anteriormente en distintos puntos de la ciudad de México, y, si bien no fueron tan extremos, en esta ocasión será definitivo y voy por todo.

En mi casa aún no lo saben pero pronto se enterarán. Algunos amigos no creen que lo haré, pero otros más conocen mi grado de locura y lo han tomado muy en serio. Ahora mismo he comenzado a prepararme mentalmente porque ese punto será fundamental para lograrlo.

Siento nerviosismo y un poco de ansiedad. No importa, ese día está marcado en mi calendario para realizar lo que ya he previsto. Nadie me sacará la idea de la cabeza. Aunque más de uno trate de impedirlo, no verán en mí una dosis de arrepentimiento.

Y más aún, me aventaré a los carriles centrales, donde mucha gente me observará y será testigo de mi acto. Vestiré una playera blanca, un pants azul y mis tenis de siempre, atuendo cabalístico y con gran significado para mí, que me ha acompañado por mucho tiempo en mis mejores momentos.

Cuando el reloj marque las 8 de la mañana de ese día, la decisión se convertirá en realidad. No habrá marcha atrás. Pero desde ahora les agradezco a todos aquellos que me entienden, que saben por qué haré esto, pero sobre todo que me apoyan.

Sí, la carrera del Día del Padre me espera con su clásica ruta del Bosque de Tlalpan a la glorieta de Vaqueritos, ida y vuelta. Desde luego sus 21 kilómetros no serán sencillos pero ya me estoy preparando física y mentalmente para ello. En otras ocasiones he participado en carreras de menor distancia en varios lugares del DF, pero esta vez la prueba será mayor.

Hace tres meses en Veracruz me enfrenté con la misma distancia, aunque el nivel del mar otorga ventajas que la ciudad de México no proporciona (altura, contaminación, altimetría, etc.), por lo que el reto propone más dificultades.

Así que la vía rápida me espera. Ahí, mucha gente me verá pasar entre 10 mil participantes y espero terminar debidamente. El martes 15 me inscribí y mi participación ya está asegurada… Sí lectores blogueros, me aventaré a correr ese medio maratón con ruta trazada en el periférico sur. ¿Ustedes gustan?

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